ALGUNAS DE LAS IDEAS FUTBOLÍSTICAS DE MOURINHO


Hablar de José Mourinho es hacerlo de alguien bastante peculiar, no en vano él mismo se autodefinió como “The Special One” a su llegada al Chelsea, tras conquistar la Uefa Champions League con el Porto FC. Controvertido y polémico, a la par que uno de los mejores gestores de recursos futbolísticos de Europa a través de sus plantillas, siempre se le ha achacado en sus éxitos el disponer de una nómina de futbolistas excelsa y cantidades ingentes de dinero. Bajo estas premisas, gran parte de los análisis alrededor del portugués concluyen que es lógico que gane títulos con los recursos que dispone, minimizando en muchas ocasiones sus conquistas debido a esto. 

El Sevilla posiblemente se vaya a encontrar en eliminatoria de octavos final de Champions con un Mourinho más calmado, menos polémico y para muchos algo anquilosado frente a la dinámica que está tomando el fútbol hoy en día. Eso no significa que José no salga a la palestra en los medios de comunicación y tenga sus habituales trifulcas a través de la prensa con entrenadores rivales, pero se ven en mucha menor medida que antaño. Su Manchester United parece un equipo menos aguerrido y con una personalidad más liviana. Esa sensación de guardia pretoriana en la que él es el comandante en plaza y adquiere un mayor protagonismo que sus jugadores no está tan definida en su última etapa en Inglaterra, y su United así lo refleja. 

Pero esto tiene otra lectura, los movimientos de Mourinho siempre están muy medidos. Es conocedor ahora mismo que su equipo no es favorito para los títulos y esa condición le hacen estar agazapado. Posiblemente esta sea una de las situaciones que el de Setubal mejor maneja, la de encontrarse en una posición de inferioridad desde la que pueda ser más él, ese estratega que lima diferencias competitivas con el recorrido del tiempo. 

¿LA PRINCIPAL CLAVE DE SUS ÉXITOS? 

Si analizamos la trayectoria como entrenador del portugués, pareciera siempre que se encuentra en una carrera continua para alcanzar a los rivales que están por encima de él. Quitando sus primeros años en Stamford Bridge, donde su dominio -sobre todo doméstico- era apabullante, siempre ha llevado a sus equipos a una situación competitiva muy superior a la que heredó. También lo hizo en el Chelsea, aunque esa desmedida diferencia que mostró en la Premier durante algunos años relativiza este aspecto en esa etapa. 

Ser doble campeón de Europa con un Oporto al que no era nada habitual verle en rondas finales de competiciones europeas o campeón de la Champions con un Inter de Milán que no entraba nunca en las quinielas de vencedor de la máxima competición europea en décadas, nos hablan bien a las claras de su capacidad para meter un gen competitivo extra en plantillas de grandes jugadores pero sin esa mentalidad de vencedor que adquieren cuando son entrenadas por Mourinho. 

Igualmente fue capaz de llegar a competir de tú a tú en España al mejor Barcelona de la historia, consiguiendo incluso acabar con su hegemonía, a la vez que devolvía al Real Madrid a su status en Europa. Quizás sin Mourinho no podría explicarse que nuevamente el equipo blanco sea el más temido en Europa cuando venía-antes de ser entrenado por José- de no pasar de octavos de final en varios años. O quizás si, porque la capacidad regenerativa de los grandes clubes europeos es enorme. Pero lo que es claro es que Mourinho fue pieza vital en esa vuelta a la escena del Real Madrid como máximo exponente competitivo en la Champions League. 

El nexo de unión de su trayectoria siempre es la de relanzar a equipos que están compitiendo por debajo de sus posibilidades económicas e históricas, devolviéndolos al lugar que les pertenece. Evidentemente esto no se podría hacer sin grandes jugadores, los cuales tampoco le han faltado a Mourinho en sus equipos. Por este motivo, y que una parte de su repertorio futbolístico no sea muy brillante a ojos del espectador, siempre se encuentra rodeado de la polémica controversia de si es uno de los mejores entrenadores del mundo o gran parte de sus éxitos se debe a tener plantillas multimillonarias cargadas de grandes jugadores. Cuando la realidad es que ambas cosas van unidas para alcanzar los éxitos. 

Competir desde esa sensación de inferioridad, con una mentalidad de rebeldía ante lo externo, le encanta a José. Y desde ahí empiezan a entenderse sus éxitos, mentalizando a sus jugadores de su capacidad real para revertir esa situación llevándolos hacía la conquista de los títulos. 

Esta es la realidad de su Manchester United a día de hoy, la de un club en crecimiento para acercarse a los más poderosos equipos de Europa cuando lleva algunos años alejado de ellos, y en la que no tiene que adquirir la condición de favorito, para desde ahí tener la libertad absoluta de jugar el fútbol que él quiera. La pregunta a hacerse es ¿Está ya el United preparado para ello? Posiblemente todavía le quede un paso que dar. Los segundos y terceros años de Mourinho en los equipos suelen ser los mejores, en los que se adquieren con mayor intensidad los conceptos futbolísticos que él quiere transmitir a sus jugadores y en los cuales se ve la mayor capacidad competitiva de los mismos. Por eso aún llega pronto el pensar que José está preparado para dar otro de sus golpes inesperados en la mesa en la Champions League. Pero tampoco puede descartarse que lleve a cabo alguna que otra sorpresa. Pensar en un Manchester United campeón de la máxima competición europea todavía se antoja precipitado, aunque nadie puede tampoco decir que sea imposible-cosas más sorprendentes se han visto en el fútbol-, si podemos afirmar que se ve poco probable. 

LOS ORÍGENES DE JOSÉ MOURINHO 

Criado en un ambiente futbolero, su abuelo era presidente del Vitoria Setubal y su padre jugador y entrenador entre otros de Rio Ave o de Os Belenenses, Mourinho empezó bien temprano a marcar cual quería que fuera su recorrido en la vida. Se dice que ya con 14-15 años preparaba informes para su padre de los rivales a los que se tendría que enfrentar. De ahí una corta y mediocre carrera como futbolista, para posteriormente llevar a cabo estudios en preparación física y de entrenador de fútbol. 

Su vida toma un giro distinto cuando es reclutado por el Sporting de Portugal para ser uno de los asistentes de Bobby Robson por su dominio del inglés. Con el británico empieza a tomar protagonismo su capacidad analítica y su visión privilegiada del fútbol, llegando a Barcelona donde se encargará entre otras cuestiones en hacer los informes de los equipos rivales. Allí permanecerá junto a Louis Van Gaal cuando Robson se marcha del club blaugrana. Del holandés absorberá los conceptos de juego de la escuela holandesa, trabajará de primera mano el juego de posición más académico y como implementarlo en el esquema 1-4-3-3 que tan importante será a lo largo de su carrera. 

Además de una enorme formación en una cultura futbolística muy definida, como la de Can Barça, en su etapa blaugrana seguirá desarrollando labores de conocimiento y análisis de rivales con la preparación de los informes de los equipos a los que deberá enfrentarse el Barça. Sin embargo, este proceso formativo de José no termina aquí. Quizás la etapa más importante de todas, y la que más ha definido al Mourinho entrenador, sea la del estudio e implementación en su metodología de entrenamiento de la Periodización Táctica. 

Desarrollada por Vitor Frade, profesor de la Universidad de Oporto, esta manera de entrenar será expuesta al gran público a través de “The Special One”, quien será el gran embajador de la misma por toda Europa. Llevando hasta las últimas consecuencias esa máxima tan extendida entre los entrenadores de “Se juega como se entrena”, la periodización táctica es un método de entrenamiento que se fundamenta entrenar y adaptar el entrenamiento a la creación de un modelo de juego definido para el equipo. Con un vocabulario propio, desterra muchos mitos de la preparación de los equipos como los picos de forma, las cargas de trabajo, el volumen en especificidad que son sustituidos por los micro y macrociclos y la preparación y entrenamiento del modelo de juego a desarrollar y de las situaciones de partido que podrán llevar a cabo en los encuentros. 

A través de la Periodización táctica y de las ideas del juego de posición más rígido de Van Gaal, Mourinho empieza a desarrollarse como entrenador principal de equipos en Unio Leiria, creando un modelo de juego bastante desarrollado para un equipo de aspiraciones no demasiado altas, que juega mucho mejor de lo esperable a través de un fútbol no demasiado lógico para su calidad. 

MEZCLANDO TODO ESE CÓCTEL 


La Periodización táctica, el juego de posición, la importancia del conocimiento de los rivales, el 1-4-3-3 de la escuela holandesa y demás cuestiones que han ido calando en el proceso formativo de Mourinho se juntan con su explosiva personalidad para el recorrido en un carrera profesional llena de éxitos. Ya metido en la élite como entrenador principal y obsesionado por convertirse en uno de los mejores  del mundo, el último ingrediente a meter en este explosivo cóctel es el dominio de los aspectos psicológicos con su desmedida ambición. 

Para Mourinho los partidos se juegan ya en las previas en las ruedas de prensa- como bien diría Guardiola “José es el puto amo en esto, yo le doy el título de las ruedas de prensa”- y las revanchas se preparan en las comparecencias posteriores minimizando las derrotas o los éxitos rivales. La presión recae sobre él como estrella de sus equipos por encima de sus jugadores a los que trata de aislar lo máximo posible de la tensión previa de los grandes encuentros. José lleva el fútbol a una guerra donde prácticamente todo vale, como el mismo expresará al decir “En un campo de fútbol le daría una patada hasta a mi propio padre”. 

Todo esto tiene un desgaste de su figura que él mismo asume sin ningún tipo de pudor, creando un personaje para muchos odiado y para los menos-los suyos, por los éxitos a los que lleva-amado. Incluso diría que a su propia esposa no le gustaba ese Mourinho mediático que se expone públicamente y sus jugadores hablarán de él como bastante distinto en los entrenamientos y vestuario. 

INTEGRAR ES LA PALABRA CLAVE 

Periodización táctica no es lo mismo que entrenamiento integrado. Así que con el término integración no hablamos de entrenamiento sino de la concepción global que tiene Mourinho del fútbol y del futbolista. Para el portugués no hay una cuestión en su equipo que sea más importante que otroa ya que no define donde se delimitan lo técnico, lo táctico, lo físico y lo psicológico. Todo forma un único ente en el que todos los ingredientes definen el modelo de juego de su equipo. 

José integra todo ese conocimiento adquirido para dotar a sus equipos de una personalidad propia, entrenando desde el primer día su modelo e idea de juego e implementando las variantes necesarias para cada situación competitiva puntual a la que va a enfrentarse. Desde el exhaustivo conocimiento del rival, el de Setubal hablaba en el pasado de que suele ver los 10 últimos partidos de su rival para conocer las dinámicas de juego que se repiten y las virtudes y debilidades que presenta, prepara cada partido desde su modelo de juego adaptado a las características de su oponente. 

Pero Mourinho no es sólo un entrenador adaptativo que vive a expensas del rival, algo que se le ha achacado siempre desde el desconocimiento, llegando a decir que entrena a grandes equipos haciéndolos jugar como equipos pequeños. Sin ir más lejos, en su aventura inicial en Unio Leiria las críticas eran en el sentido opuesto, haciendo que un equipo pequeño jugara con la personalidad y desarrollo táctico de un grande. 

A este respecto invito al lector a consultar el texto realizado por la web “Ecos del balón”:  ESCALERA REAL, en la que se detalla municiosamente el modelo de juego creado en el Real Madrid para ver que sus equipos no solo defienden y contragolpean, sino que Mourinho es capaz de crear equipos de una gran riqueza táctica y que dominan muchos registros del juego. Y que esto, pese a todo lo que ha rodeado a la figura del portugués mediáticamente, lo hemos vivido de primera mano en nuestro país. 

Si es cierto que para él la posesión de balón no tiene un valor intrínseco por sí misma, sino que no es más que un arma más que utilizar, y que le dé una mayor importancia dentro del juego a las transiciones que a la fase de ataque estático-siempre es más fácil atacar a rivales en los espacios y desorganizados-. Y eso, posiblemente, haya llevado a la percepción de sus equipos como inferiores a lo que podrían ser y llevando a cabo un fútbol que no es el que el aficionado esperara a partir del nivel de sus plantillas y clubes. 

Sin embargo Mourinho tampoco nos distinguiría tan claramente las distintas fases del juego, porque para él todo es un continuo donde es difícil separar donde termina una cuestión y empieza otra. Así dirá que sus equipos defienden pensando en atacar-y elegirá las distintas alturas e intensidades para la presión y el robo en función de las debilidades y fortalezas rivales- y que atacan preparados para defender. 

Equilibrio y control, y sobre todo tener la hegemonía del ritmo del partido. Versatilidad táctica y manejo de diferentes sistemas y variantes en función de las necesidades del partido y del rival. Poca improvisación y lectura del partido para darle la vuelta a situaciones adversas. Todos estos son aspectos que han marcado siempre la carrera del Mourinho entrenador. 

Podemos concluir que posiblemente este Manchester United es su obra más incompleta e imperfecta hasta el momento, la que tiene más aristas que pulir y la que le está costando más adaptar a sus ideas. Todavía se encuentra en una situación de crecimiento y desarrollo de su modelo de juego, en el segundo año de su trayectoria, por lo que es esperable que los Red Devils tengan todavía recorrido para mejorar. 

El mercado de fichajes siempre marca bastante el devenir de los equipos y a Mourinho todavía le falta alguna pieza para encajar todo ese puzzle que está desarrollando en Manchester, especialmente en defensa donde no va sobrado de talento defensivo. De momento Alexis Sánchez ha llegado para ofrecerle algo que no tenía, pero en su plantilla todavía falta ese jugador diferencial que destaque sobre el resto. Ese Deco de Oporto, ese Hazard de Chelsea, ese Cristiano Ronaldo de Madrid o ese Snejder del Inter de Milán. Pogba no parece que vaya a llegar a tener esa trascendencia-aunque aún es pronto para certificarlo de manera rotunda-. Por lo que Mourinho tiene que establecer su idea de juego desde Matic-para él el jugador más importante en sus ideas a lo largo de su carrera, por eso lo reclutó para el United-y desde la osadía que le ofrece un Lindgard -al que le ha hecho crecer como la espuma-como individualidades más destacadas de su equipo, Mata aparte.

Esperamos que todo ello ocurra después del doble enfrentamiento contra el Sevilla, y este United no dé el paso que todavía necesita dar para ser el verdadero monstruo competitivo habitual de Mourinho. 

PUBLICACIONES SOBRE EL MANCHESTER UNITED (Pincha para acceder a cada una de ellas)




Miércoles 14 de Febrero próxima entrega: "ASÍ ATACA ESTE UNITED DE MOURINHO", donde analizaremos el juego ofensivo del rival del Sevilla. 

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